Esperanza Aguirre nos quita el suelo que pisamos, nos agiliza y nos flexibiliza, utilizando su mayoría absoluta para aplastar nuestros derechos y libertades que terminan donde empiezan los suyos y los de los suyos, por donde pisan sus caballos no volverá a crecer la hierba pública, los prados comunales en los que hoy pacen sus vacas sagradas. Una vez agilizado y flexibilizado, cautivo y desarmado, desmantelado y privatizado el patrimonio común, Esperanza Aguirre podrá dimitir en paz y dejar a sus sucesores la administración del corralito restante, la educación y la sanidad públicas volverán a ser, como antes patrimonio de la Beneficencia. (Leer más >)
Aprovechando la tramitación de la ley de acompañamiento de los Presupuestos de 2011, el Gobierno de Esperanza Aguirre formula unas modificaciones de la Ley del Suelo aprobada por su antecesor Alberto Ruiz-Gallardón. Modificaciones, todas ellas perversas y retrógradas, que vienen a anular algunos de los principios políticos y culturales de nuestro marco urbanístico, conquistados en una larga batalla desde Franco hasta nuestros días. Destaquemos aquí, en aras de la brevedad de un artículo periodístico, la más dañina para los intereses públicos. (Leer más >)