Érase una vez un conocido inversor financiero con mucha influencia en el entorno de la corte del reino de Madrid, con un deslumbrante despacho en la calle Fortuny y miembro de los Legionarios de Cristo, al que le prometieron un gran negocio inmobiliario en la localidad de Paracuellos del Jarama.
El negocio, pendiente de una recalificación que nunca llegó, se truncó y el inversor, muy enfadado, fué a pedir explicaciones a su íntimo amigo, un pijotonto al que vemos mucho en la tele, normalmente metiendo la pata ,aunque, eso si, siempre muy serio, poniendo voz de documental y con el flequillo muy bien colocado.
El pijotonto ( seguramente también miembro de la secta) rápidamente acudió en su ayuda y para compensarle se le concedió la oportunidad de poner... ¿ un colegio concertado?...
- ¡Si, un colegio!
- Pero si yo no tengo ni idea de colegios!!!
- Ni falta que te hace. Yo tampoco se nada de sanidad y mira donde estoy...
- Pero... de ahí se saca pasta?
- Lo dices en serio? Un pueblo que va a pasar de tener 7.000 habitantes a 45.000?. Con un perfil definidísimo de parejas jóvenes con hijos, un colegio público saturado y
otro concertado que ya no da para más?
- Y no van a poner otro, no se... uno público...
- Tú tranquilo. Si... hay un terreno cedido por el ayuntamiento... pero no te preocupes, de eso nos encargamos nosotros. Está lleno de cardos desde hace años y así va seguir otros cuantos.
- Y no se nos va a ver la cruz, digo... el plumero?